El cumplimiento de ciertos procedimientos garantiza la resistencia a la corrosión:
- Enjuague bien los cubiertos después de cada uso para eliminar cualquier residuo.
- Estos cubiertos requieren lavado a mano.
- Para el lavado a mano: No utilice estropajos abrasivos ni utensilios afilados para evitar rayaduras. No utilice productos clorados (como lejía), ya que son demasiado corrosivos.
- Después del lavado, seque cualquier resto de humedad con un paño suave.