- Aspire de 1 a 2 veces por semana con una boquilla suave (sin cepillo giratorio).
- En caso de manchas, frote inmediatamente con un paño seco, espolvoree con bicarbonato de sodio o tierra de batán, deje actuar y aspire.
- Para manchas difíciles, utilice una mezcla de agua tibia y vinagre blanco (1:1) en cantidades muy pequeñas.
- Evite por completo el exceso de agua, los productos químicos fuertes, la luz solar directa y frotar con demasiada fuerza.
- En caso de suciedad importante, lo mejor es llamar a un profesional.